Un día recibí un email donde un viajero me pedía que le echara una manita, transmitiéndole mis propias experiencias en la India, ya que pensaba ir por aquellas tierras. Y fue en ese momento cuando me di cuenta que normalmente mi mente me lleva por caminos contrarios a lo práctico, eso que anda buscando todo mochilero, andante o viajero, para que le ayude en sus andanzas.
Por ello voy, muy brevemente, a contar mis propias experiencias y sensaciones vividas en ese maravilloso país que es la India. Me gustaría que fuera de forma coloquial, abierta y sin tapujos, aunque no sé si podré conseguirlo, pues todos esos recuerdos se agolpan en mi cabeza compulsivamente y lo que normalmente contamos en varias sesiones aromatizadas con tacitas de café y de forma distendida, me aturullan rabiosamente deseando mostrarse en su libre albedrío y expresarse en libertad.
Así, la historia comienza un día en el que decidimos montarnos en un avión y partir hacia un destino de emociones sin igual...
Llegar a la India es un Flash; un asalto de olores penetrantes, un movimiento armónico y caótico a la vez. Sin saber cómo ni por qué tus ojos escudriñan todo lo que sucede a tu alrededor, como buscando esa lógica de la que tanto abusamos en nuestras vidas.
Por ello voy, muy brevemente, a contar mis propias experiencias y sensaciones vividas en ese maravilloso país que es la India. Me gustaría que fuera de forma coloquial, abierta y sin tapujos, aunque no sé si podré conseguirlo, pues todos esos recuerdos se agolpan en mi cabeza compulsivamente y lo que normalmente contamos en varias sesiones aromatizadas con tacitas de café y de forma distendida, me aturullan rabiosamente deseando mostrarse en su libre albedrío y expresarse en libertad.
Así, la historia comienza un día en el que decidimos montarnos en un avión y partir hacia un destino de emociones sin igual...
Llegar a la India es un Flash; un asalto de olores penetrantes, un movimiento armónico y caótico a la vez. Sin saber cómo ni por qué tus ojos escudriñan todo lo que sucede a tu alrededor, como buscando esa lógica de la que tanto abusamos en nuestras vidas.
Te despedazas después de un largo viaje en el que has estado planificando y pensando todo lo que harás, claro está, como un iluso, pues cuando la marea corre nunca se sabe donde irá a parar tu cuerpo expuesto a los elementos, ni es capaz de parar los poderes ocultos de la naturaleza y, ni mucho menos, la fuerza devastadora de las aguas embravecidas.
Y de pronto te das cuenta y piensas ¿Estoy en la India? ¡Dios mío, estoy en la India! Y ahí empieza tu verdadera aventura.
Ante todo es importante la hora de llegada a la India. Esto va a depender de la compañía aérea. ¿Y por qué digo esto? Pues porque es en la llegada al país donde vi a muchos turistas o viajeros ser engañados y dejarse casi todo el presupuesto que llevaban en el trayecto desde el aeropuerto hasta el Hotel donde iban a quedarse.
Cuando llegas y sales del aeropuerto hay un enjambre de hindúes dispuestos a llevarte a donde quieras y es ahí donde puede empiezar el calvario para el viajero.
Ante todo es importante la hora de llegada a la India. Esto va a depender de la compañía aérea. ¿Y por qué digo esto? Pues porque es en la llegada al país donde vi a muchos turistas o viajeros ser engañados y dejarse casi todo el presupuesto que llevaban en el trayecto desde el aeropuerto hasta el Hotel donde iban a quedarse.
Cuando llegas y sales del aeropuerto hay un enjambre de hindúes dispuestos a llevarte a donde quieras y es ahí donde puede empiezar el calvario para el viajero.
Si le das la dirección de un Hotel lo más probable es que te diga que éste se ha quemado o que es imposible llegar porque han cortado las calles o mil excusas, claro está que te lo dirá después de tenerte dos horas dando vueltas por la ciudad, esa que estás mirando con la boca abierta, intentando ordenar tus ideas y cuadrar las imágenes, que danzan ante tus ojos, en tu cerebro.
Te dará vueltas y más vueltas hasta que tu mente no concuerde con tus sentidos, para finalmente llevarte al Hotel que ellos quieran, donde tienen comisión, por supuesto, la cual te cobrarán a ti, no sin antes haber pagado una fortuna por el trayecto (como mil veces más ).
Sé firme y si decides arriesgarte a agarrar un transporte fuera del aeropuerto, debes ser muy suspicaz, no dejarte engañar y tener las cosas muy claras. Si es de madrugada y nunca has estado en la India te resultará muy difícil manejarte en esa situación, por lo que te diría que:
Primero: si llegas de madrugada, no estaría de más que te esperaras en el aeropuerto hasta que amaneciera, de día las cosas se ven más claras.
Segundo: justo a la salida del aeropuerto - al menos en Delhi - hay una ventanilla donde pagas por un taxi oficial, que por supuesto será más caro que otra opción, pero no te arriesgas a que te estafen.
Tercero: si ya es de día, puedes tomar un Bus hasta Nueva Delhi y de ahí un Rickshaw hasta donde desees, pero atiende: nunca le des la dirección exacta de dónde vas a alojarte, pues los pillos entrarán después de ti y le pedirán al recepcionista que les den su comisión, pues se atribuirán el mérito de haberte llevado al Hotel. Por tanto dales la dirección de dos calles más arriba o más abajo y luego cerciórate de que no ve a donde vas. Si ocurre lo anterior, la comisión la pagarás tú, tenlo por seguro.
Sea como sea te contaré que a un español que conocí lo tuvieron dando vueltas hasta las 06’00 horas de la madrugada (el avión llegó a las 02’00 horas en el que yo iba), hasta que finalmente la policía trincó al hindú y el español acabó en la comisaría declarando (a esa hora yo ya me encontraba durmiendo en el hostal). Por la mañana la policía fue a buscarlo al alojamiento donde estaba para que denunciara, pues he de decirte que protegen mucho al turista: somos una entrada muy fuerte de divisas. Pero el pobre muchacho pasó un mal trago nada más llegar a Delhi. Cuando lo encontré en una cafetería creo que estaba pensando volverse para casa.
A otra chica española que también conocí, llegó a Bombay y el taxista le sacó (mejor dicho, estafó) casi todo el presupuesto que llevaba para 6 meses de viaje. Tuvo suerte que su familia pudo enviarle dinero.
Primero: si llegas de madrugada, no estaría de más que te esperaras en el aeropuerto hasta que amaneciera, de día las cosas se ven más claras.
Segundo: justo a la salida del aeropuerto - al menos en Delhi - hay una ventanilla donde pagas por un taxi oficial, que por supuesto será más caro que otra opción, pero no te arriesgas a que te estafen.
Tercero: si ya es de día, puedes tomar un Bus hasta Nueva Delhi y de ahí un Rickshaw hasta donde desees, pero atiende: nunca le des la dirección exacta de dónde vas a alojarte, pues los pillos entrarán después de ti y le pedirán al recepcionista que les den su comisión, pues se atribuirán el mérito de haberte llevado al Hotel. Por tanto dales la dirección de dos calles más arriba o más abajo y luego cerciórate de que no ve a donde vas. Si ocurre lo anterior, la comisión la pagarás tú, tenlo por seguro.
Sea como sea te contaré que a un español que conocí lo tuvieron dando vueltas hasta las 06’00 horas de la madrugada (el avión llegó a las 02’00 horas en el que yo iba), hasta que finalmente la policía trincó al hindú y el español acabó en la comisaría declarando (a esa hora yo ya me encontraba durmiendo en el hostal). Por la mañana la policía fue a buscarlo al alojamiento donde estaba para que denunciara, pues he de decirte que protegen mucho al turista: somos una entrada muy fuerte de divisas. Pero el pobre muchacho pasó un mal trago nada más llegar a Delhi. Cuando lo encontré en una cafetería creo que estaba pensando volverse para casa.
A otra chica española que también conocí, llegó a Bombay y el taxista le sacó (mejor dicho, estafó) casi todo el presupuesto que llevaba para 6 meses de viaje. Tuvo suerte que su familia pudo enviarle dinero.
La India es un país lleno de sensaciones que se manifiestan en tus narices nada más llegar. La seguridad es total, pero se ven cosas muy fuertes y si tu mente no está preparada para dicho coletazo en el cerebro puede sufrir un fuerte shock. Conocí a algunos viajeros que llegaron a la India y dos días más tarde regresaron porque no fueron capaces de resistir ese choque de sensaciones, pero si tu mente es abierta la disfrutarás como lo hice yo y no te arrepentirás. Yo estoy seguro que volveré pronto.
Por otro lado es muy usual que los viajeros que van a la India se conozcan en el avión o en la zona donde se hospedan normalmente los extranjeros y decidan viajar juntos, todo sale más barato si cabe, ya que la India es baratísima. Yo por mi parte siempre he preferido viajar solo, pero se conoce gente muy interesante con la que puedes compartir un montón de cosas.
Omitiré decirte lugares, ya que hay guías y libros muy buenos que te pueden orientar, pero lo más común es que los mochileros vayan a Paharganj en Delhi, que está al lado de la Estación de trenes y ello te será útil ya que podrás ir a reservar tus billetes para viajar por el país. Los alojamientos residenciales de esa zona son los más económicos y si eres una persona sin escrúpulos están aceptables.
La circulación en la India es un caos, en mi vida vi cosa igual, es la ley del más fuerte: el pez grande se come al chico, por lo que el viandante es el último en la cadena de la alimentación. No hay normas de circulación y cualquier esquema que tengas al respecto será destruido por los camicaces conductores hindúes. Ve con cuidado por las calles, sin dejar de disfrutar de las sensaciones.
Si decides viajar en Bus, relájate, pues no podrás hacer nada al respecto, habrás dejado tu vida en manos de un loco al volante, pero que incomprensiblemente conduce con una destreza inaudita. Imagina que en una carretera, a duras penas asfaltada y que caben milagrosamente dos vehículos, pueden darse situaciones de adelantamientos a tres o a cuatro: un camión adelanta a un bus mientras éste a su vez es adelantado por un coche ¿Cómo lo hacen? No lo sé, pero lo hacen. Vacas, personas, elefantes y demás se cruzan en el camino bacheado, donde el reglamento de circulación imperante es la del esquivar a todo el que se pone delante.
Cuando compres el asiento de un Bus llega con antelación a la estación de buses para agarrar tu asiento, pues es muy normal que ese mismo número de asiento se venda dos o tres veces, con las consiguientes trifulcas que se originan. No lo hacen por maldad o por estafa, sino porque no son capaces de organizar algo tan sencillo como es el reparto de asientos entre los pasajeros. Nunca te levantes del asiento y no cedas si alguien te dice que ese es su asiento, muéstraselo al conductor y que ellos se arreglen. Es algo curioso que tienen los hindúes, pues han dado grandes investigadores, jugadores de ajedrez, etc., pero en lo que se refiere a la organización es increíble lo torpes que son.
Cuando llegues a la estación de cualquier ciudad te verás invadido por una marabunta de hindúes ofreciéndote llevar en sus Rickshaws o taxis; te cogerán de la ropa para arrastrarte hacia sus vehículos, te empujarán, te agobiarán hasta llevarte al borde de la locura... No dudes en ser duro y salirte de allí cuanto antes y una vez fuera podrás negociar el precio del transporte con más calma, siempre ateniéndote a lo dicho anteriormente.
Para moverte por las ciudades el medio de transporte por antonomasia son los Rickshaus, con los que has de regatear y dejar el precio estipulado. Esto hazlo con todo, todo. Como turistas, para los hindúes somos dólares andantes e intentarán sacarte diez o veinte veces más por el valor real de las cosas. Aunque te parezca barato el primer precio, regatea, pues a los únicos que perjudica el no regatear es a los propios hindúes, ya que los precios suben para todos.
Cuando compres el asiento de un Bus llega con antelación a la estación de buses para agarrar tu asiento, pues es muy normal que ese mismo número de asiento se venda dos o tres veces, con las consiguientes trifulcas que se originan. No lo hacen por maldad o por estafa, sino porque no son capaces de organizar algo tan sencillo como es el reparto de asientos entre los pasajeros. Nunca te levantes del asiento y no cedas si alguien te dice que ese es su asiento, muéstraselo al conductor y que ellos se arreglen. Es algo curioso que tienen los hindúes, pues han dado grandes investigadores, jugadores de ajedrez, etc., pero en lo que se refiere a la organización es increíble lo torpes que son.
Cuando llegues a la estación de cualquier ciudad te verás invadido por una marabunta de hindúes ofreciéndote llevar en sus Rickshaws o taxis; te cogerán de la ropa para arrastrarte hacia sus vehículos, te empujarán, te agobiarán hasta llevarte al borde de la locura... No dudes en ser duro y salirte de allí cuanto antes y una vez fuera podrás negociar el precio del transporte con más calma, siempre ateniéndote a lo dicho anteriormente.
Para moverte por las ciudades el medio de transporte por antonomasia son los Rickshaus, con los que has de regatear y dejar el precio estipulado. Esto hazlo con todo, todo. Como turistas, para los hindúes somos dólares andantes e intentarán sacarte diez o veinte veces más por el valor real de las cosas. Aunque te parezca barato el primer precio, regatea, pues a los únicos que perjudica el no regatear es a los propios hindúes, ya que los precios suben para todos.
Por otro lado también se han acostumbrado a pedir limosna o cualquier cosa que el turista quiera darles (bolígrafos, caramelos, etc.), pero yo personalmente evité hacerlo. Para mi no es conveniente acostumbrar a ningún pueblo a vivir de las limosnas, ni de pedir cosas. Si das algo que sea a cambio de algún servicio, eso es trabajo, no limosna.
Como anécdota te contaré que un día fui a que me cortaran el pelo y el muchacho que me atendía me dio el masaje más impresionante que he recibido en mi vida en la cabeza, espalda y brazos (parece que es costumbre en la India). Quedé allí sentado en un relax del que tan sólo me sacó la fuerza de voluntad que tuve que esgrimir. Cuando le fui a pagar le pedí el precio y me dijo que lo que yo quisiera, por lo que le dí 20 rupias (él sabía lo que hacía). Al cambio fueron 80 pesetas, pero para él fue una fortuna. Eso es a lo que me refería, si quedas contento con un servicio no dudes en pagar lo que creas justo.
Otra cosa que suelo hacer cuando viajo es no llevarme mucha ropa y cuando estoy acabando el viaje, la doy y dejo sólo los pantalones y camisa con los que voy a volver. En la India, la ropa, aunque sea usada, es un regalo de dioses, pero insisto, no la des como limosna, sino como compensación por algo.
Como anécdota te contaré que un día fui a que me cortaran el pelo y el muchacho que me atendía me dio el masaje más impresionante que he recibido en mi vida en la cabeza, espalda y brazos (parece que es costumbre en la India). Quedé allí sentado en un relax del que tan sólo me sacó la fuerza de voluntad que tuve que esgrimir. Cuando le fui a pagar le pedí el precio y me dijo que lo que yo quisiera, por lo que le dí 20 rupias (él sabía lo que hacía). Al cambio fueron 80 pesetas, pero para él fue una fortuna. Eso es a lo que me refería, si quedas contento con un servicio no dudes en pagar lo que creas justo.
Otra cosa que suelo hacer cuando viajo es no llevarme mucha ropa y cuando estoy acabando el viaje, la doy y dejo sólo los pantalones y camisa con los que voy a volver. En la India, la ropa, aunque sea usada, es un regalo de dioses, pero insisto, no la des como limosna, sino como compensación por algo.
Por lo general, la idiosincrasia del hindú es amable y cordial. Gozarás de seguridad en todo momento. Yo andaba por Delhi de madrugada y la sensación de seguridad era total. Verás a muchos hindúes durmiendo en la calle y no por falta de casa, sino porque les gusta hacerlo, es su costumbre y muy pintoresco
Te verás en todo momento rodeado de hindúes, que seguirán tus pasos en todo lo que hagas. Por ejemplo, si estás en la ventanilla de la Estación, te rodearán mirando lo que haces. En la India es imposible estar sólo. El contacto para ellos no es malo, por lo que pueden hasta apoyarse en ti. Yo tenía un truco, que era ponerme la mochila pequeña en la espalda y cuando me sentía muy agobiado me movía de un lado para otro y los sacaba a mochilazos. Como ejemplo de lo que te digo, es que no será extraño que veas a un grupo de policías en el que algunos de ellos van agarrados de las manos.
Como te digo el contacto no está mal visto, pero besarse, como lo hacemos los occidentales, sí, por lo que si te presentan a un (a) hindú no le des un beso, no lo entenderían y no está bien visto. Con las mujeres extranjeras son más recatados, pero no tanto con los hombres, por ejemplo, en una ruta que hice por el desierto del Thar, no era raro que el guía apoyara su cabeza en mi pierna cuando estábamos descansando, cosa que no significa absolutamente nada, es, como te dije, su forma no verbal de contactar con las personas y relacionarse, como hacemos nosotros cuando nos presentan a alguien y le damos dos besos.
También oirás en un inglés precario la pregunta: ¿Usted de donde es? ¿Cuál es su nombre? Al principio contestas pero al final, después de escuchar las mismas preguntas un millón de veces, resoplas del cansancio. Yo contestaba cualquier cosa, total, no lo entendían y eso me daba un poco de distracción. Y como puedes ver hablar o chapurrear el inglés, será suficiente para moverte por toda la India sin problemas, aunque no estará demás que aprendas algunas palabras hindúes, cosa que provoca risitas, conformidad y complicidad con los autóctonos.
Te darás cuenta que el signo del sí con la cabeza no es igual que el nuestro, por lo que si estás en un trámite de una compra, etc., cuando el hindú mueva la cabeza de un hombro a otro está diciendo sí, entonces ya cerraste el negocio. Acuérdate, regatea en todo momento.
La religión en la India es el tema fundamental de su existencia. Yo personalmente tengo mi propia opinión, pero te aconsejo que te documentes en lo que se refiere al sistema de Castas, un poco difícil de comprender para nosotros y el intentar entenderlo quizá haga que sufras un poco menos por las diferentes situaciones que vivirás de miseria y pobreza. A Gandhi lo asesinaron porque quiso incidir sobre el sistema injusto de las Castas y todo gobierno que ha intentado abolir dicho sistema no ha conseguido sino revueltas y altercados con muchos muertos.
No es un sistema basado en la división de clases sociales, donde el factor económico es determinante, es diferente, de hecho un Braman sólo pueden comer comida que cocine otro Braman; un Intocable o Paria, lo es y será de por vida, como el resto de las Castas y para los hindúes que no son Intocables los consideran peor que perros callejeros o excrementos. Uno nace de una Casta y muere en esa misma condición, sin posibilidad de ascender. En fin, lee algo y verás la complejidad del tema.
Sin embargo no está exenta la India de que la religión se utilice para sacar dinero a los turistas y como manipulación de las mentes, por ejemplo te diré que en Pushkar, los llamados sacerdotes utilizan pétalos de flores para sacar dinero al turista: te abordan en la calle, te cuentan un cuento y cuando te das cuenta estás en la orilla del Lago Sagrado oyendo un montón de sandeces sobre religión y con unos cuantos dólares menos. Nunca aceptes los pétalos si te los ofrecen.
Podrás observar también muchos cadáveres flotando en el río siendo comidos por los perros, ya que la cremación es la forma habitual de dar el último adiós a los muertos. Pero ocurre que los que no poseen nada, los Parias normalmente, no tienen ni tan siquiera para comprar leña para la cremación y el cadáver acaba enterito y medio putrefacto en el río flotando. También vi como llevaban a bebés muertos en los brazos para echarlos al río ya que se considera que aún no tienen alma y por ello no se incineran.
Hay muchos occidentales que han quedado enganchados por la religión hindú u otras tantas que hay en la India, quedando colgados en una idiotez sin igual. En la India encontrarás también el Budismo, Jainismo, Islam, Cristianismo, Sijismos, Judaísmo y por supuesto el Hinduismo que es la mayoritaria.
Los Sijs tienen un aspecto curioso, pues no se cortan nunca el pelo, ni la barba y la llevan cogida con una redecilla que les da un aspecto formidable, además van con sus sables y lanzas por la calle dando un aspecto portentoso y digno de ver.
Bueno, todo esto lo dejo para que lo experimentes por ti mismo (a), pero ten en cuenta una cosa: si ves en un restaurante pez o carne para comer, no lo pidas, pues en todo el tiempo que estuve en la India nunca vi un camión refrigerador y puedes imaginar de donde salió ese pez: del mismo sitio donde minutos antes flotaba un muerto medio descompuesto. Y en lo que se refiere a la carne, un día me acerqué extrañado a una especie de carnicería para ver qué era aquella carne de color negro parduzco desconocida para mí y al llegar a medio metro de la misma me dí cuenta que eran moscas que cubrían por completo aquellos jugosos trozos de carne….
Esto me lleva a la comida hindú, exquisitez donde las haya, ahora eso sí, darás saltos en la silla, por tus orejas saldrá vapor a presión, mientras tu cara pasará de un rojo intenso a un azulado obscuro, será ahí donde te darás cuenta de la cantidad de picante que le echan a la comida hindú, ¡pica como el diablo! Pero tiene una explicación coherente: dicho picante actúa como desinfectante en los estómagos de los hindúes, aunque en los nuestros, poco habituados, actúa como bomba de racimo sometida a alta presión sin escapatoria. Fue al final de mi viaje cuando empecé, mínimamente, a saborear los explosivos y aromáticos platos hindúes. Ah!!! Los aromas, delicia donde los haya…
Seguramente no te librarás de la típica diarrea del viajero, por lo que es conveniente ir preparado con las medicinas pertinentes. Yo, personalmente estuve dos días fatal y con el susto en el cuerpo, pues me empecé a encontrar mal y tomé dos aspirinas, en un error fatal por mi parte, ya que nunca se deben llevar aspirinas cuando se viaja a esos países, pues si agarras el Dengue - que fue lo que pensé que había cogido - se puede producir un desenlace fatal en el hígado. Por suerte fue la diarrea del viajero galopante que casi me deja en los huesos. Posteriormente estuve a fruta - pelada, eso sí - y me recuperé rápidamente.
En Sanidad Exterior te aconsejarán de qué vacunas y medicamentos son los convenientes para llevar a la India. He de decirte en este punto que irresponsablemente por mi parte no tomé la profilaxis del Paludismo, ya que en Nicaragua tuve una mala experiencia con ese medicamento, así que me arriesgué, pero no tuve problemas. Insisto, que te aconsejen es cualquier centro de Información Sanitaria.
El agua que tomes, sobra decir que sea embotellada y al ducharte que la que sale por el caño no te entre ni una pizca por la boca o nariz, sino te arrepentirás.
En lo que se refiere al cambio de moneda hazlo en las casas legalizadas, nunca en el mercado negro, pues puedes llevarte un disgusto. A este respecto te diré que yo viajé con 1.200 dólares y me gasté 300 dólares en un mes y medio, más 100 dólares que utilicé para traerme artesanía y recuerdos. En aquellos momentos el cambio era 1 rupia por 4 pesetas. La media de gasto en comida y alojamiento fueron 80 pesetas. Quizá haya alguien que ponga en duda esto, pero es lo que me gasté, claro está que yo soy mochilero y no voy de lujos, me encanta dormir, comer y moverme donde lo hace el pueblo.
Finalmente saca la cámara fotográfica sin complejos, te cansarás de hacer una foto detrás de otra, pero sin obsesionarte. A los hindúes les encanta que les hagan fotos y la mayoría de las veces deberás apartarlos del objetivo. Existen algunas restricciones, como es en los Ghats donde pueden llamarte la atención, pero cuando haya un descuido haz fotos y fotos. Seguramente vendrás con cientos de fotogramas que dejarán asombrados a todos tus amigos. Cuando yo fui a la India todavía no se comercializaban las digitales, por lo que tenía que reprimirme un poco para no gastarme una fortuna y aún así saqué más de 600 fotos. Yo solía esperar al atardecer para hacer fotos, ya que las condiciones de luz son las mejores. para hacer instantáneas buenas y bonitas.
En fin, creo que muy resumidamente he intentado trasmitir algunas de las experiencias vividas en ese país maravilloso, en el que disfrutarás si tu mente está dispuesta a vivir sensaciones fuera de complejos y prejuicios. Disfruta de todos los olores, gustos, del tacto con los autóctonos, involúcrate con la gente, con sus vidas, observa sus costumbres, comparte con ellos pequeños momentos para que cuando regreses los conserves como un tesoro de vivencias maravillosas, esas que son las únicas que nos llevaremos cuando tengamos que enfrentarnos a nuestro destino final, el último billete que cogerá todo viajero.
1 comentario:
Debo confesar que por estos días no tengo el tiempo para sentarme a leer -al menos frente a la compu- sin embargo disfruto mucho con tus fotografías.
Un abrazo.
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