viernes, 26 de septiembre de 2008

2ª Parte. La India: Conversaciones con un Camello

Nada podía prepararme para conocer el mundo que pisas. Ningún pensamiento, por imaginativo que éste fuese, podía igualar el choque en los sentidos que produce al foráneo este país tan inmenso, la India, este tu país.


Hoy a lomos de tu espalda, bueno, de tu joroba, que por momentos me tortura, contemplo extasiado el brillo de tus ojos, esos que tienes tan inmensos y expresivos. Ya no me afecta tu aliento, ya no aturde mi olfato.
Recuerdo hace unos días, que parecen ya meses, que la primera sensación fue un choque a mis narices. Siempre me preguntan ¿olía mal? Por qué lo diferente tendrá que oler mal…
Era eso, diferente, una mezcla entre especias, excrementos de vaca, humedad, humanidad y un qué se yo, algo que define estos lares, que sonroja al viajero y que le engancha de por vida.
La India se palpa en tu piel grasienta, en las lágrimas que ruedan de tus ojos hasta estallar en la fina arena, levantando minúsculas partículas como volcán enfurecido, en las risas de los niños que ronronean a tu alrededor, sin caprichos, sin complejos…

La India se palpa en tu gesto, en tu pose resignada, en tu presteza en la obediencia, en tu aguante dócil y sumiso.

Tu forma indefinida, como esta tierra, finalmente cumple la función para la que fue creada, cobijando al caminante en tu corcova protectora.
He caminado descalzo y comparo mi huella con la tuya. Son tan diferentes y sin embargo seguimos el mismo camino. Y cuando mi impronta desaparece sigo allí, sumido a ti, subido a ti.
Si camello, mientras charlamos un sonido atronador invade nuestros pensamientos, nuestras delibe
raciones. Será por eso que tus orejas no paran quietas buscando y escudriñando el horizonte. La incertidumbre se adueña de nosotros.
Conocí a muchos que no aguantaron tu roce entre sus piernas, el tintineo insistente de tus andares, el contacto directo con tu aliento, el color amarillento de tus dientes carcomidos. Llegaron y sintieron pena, lloraron y se marcharon, no soportaron verse reflejados en la tela acuosa de tu pupila.


Conocí a otros que se fundieron en la grasa de tu joroba, en la espuma de tu saliva, sin distinguir si eran humanos o camellos, perdieron el contacto con la calidez de la arena y con sus vidas vacías y huecas se llenaron de tus quejidos y lamentos.
Pero otros, como yo, aprendimos de nuestras conversaciones, logramos contactar de tu a tu. Y aunque somos tan diferentes hoy nos hemos escuchado en el silencio del desierto.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Una conversación hermosamente descriptiva y a la vez sutilmente útil si quieres viajar a ese hermoso país.
Felicitaciones por tu blog.

Anónimo dijo...

Bellas y sabias palabras entre compañeros del camino de la vida. FELICIDADES¡¡

LI dijo...

Muchas gracias por las tuyas (tus palabras) el mérito es único y exclusivamente del camello ya que que deseosos de conocimientos no paraba de mostrarme sus recónditos misterios

Norma dijo...

viste li que barbaro no me voy a cansar de decirte escribe un libro al leer la experiencia que vivias con el camello me dio un sentimiento de tristeza y de alegria a la vez porque tu y el se entendieron a la mil varavillas y tu podias sentir lo que el queria trasmitir te dejabas guiar y eso a el le gustaba auqneu todo lo que sentias y olias era diferente no fue causa para que no lo entendieras como me a gustado entrar y ver todo esto li , excelente , escribe un libro de tus vivencias es maravilloso todo lo que nos muestras.
excelente li
feliz fin de semana

LI dijo...

Nuevamente, Norma te mando un "abrazo de oso", pues tus palabras son para mi reconfortantes y muy especiales.
Hoy ha sido un día duro en el trabajo y leerte ha sido algo tan grato que me ha llevado a calmar la tristeza que le deja a uno el ver tanto dolor y sufrimiento.
Les mando un fuerte abrazo a todos y sean felices, Ahhh! y cuídense.
Li

Norma dijo...

Pues a veces nos tocan ver cosas tan dificiles o que quizas no entendemos y por ser como somos nos da mucha trizteza espero hoy sea un dia diferente o quizas mañana las cosas cambien .
saluditos para ti y milena
cuidanse tambien